Ella baila sobre parqués inmensos
Tan brillantes como un lago,
Confusa, en los vientos que se divierten
En su vestido que chasquea.
Ondulante como una llama,
Bailarina, ella se balancea sin esfuerzo,
Ella entrará por la gran escalera
Que ella adora.
Ella corre por las calles que alrededor
Entre las risas y los charcos,
Ligera, por sobre las barreras
Y las grillas de los parques.
Ondulante como una llama,
Ella vuela hacia el brazo de un conquistador,
Sobre la silla móvil
Donde pesadamente reposa su cuerpo,
Ella duerme.
Es la historia de apenas un segundo,
Finalmente, ella puede hacer como todo el mundo,
Seguir un pájaro, un balón, un tesoro…
Mas,
Ella duerme atada a una silla,
Como sobre el agua el tapón de corcho,
Y siempre ese hilo que la vuelve a traer al borde.
Ella sale, ni herida ni frágil,
Ni muñeca de cristal,
Afuera donde el mundo desfila
A velocidad normal,
En otros lugares, con otros trajes,
Y de pie, sobre todo, en otros escenarios,
Sobre la silla inmóvil
Donde pesadamente reposa su cuerpo,
Ella duerme.
Ella duerme como cuando uno se sumerge en un libro,
Ella duerme como cuando uno comienza a vivir,
Sobre todo que el mundo se acelera fuera…
Mas,
Ella duerme atada a una silla,
El niño jamás ha descendido del carrusel.
Ella ama sus horas ardientes en que piensa
Que ella baila…
Sobre los parqués inmensos
Tan brillantes como un lago…
Confusa, en los vientos que se divierten
En su vestido que chasquea…